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Turno para el fútbol de Comoras en la serie “El Juego Global”
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Los Celacantos acarician la clasificación para su primera CAN
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¿Una sorpresa? No del todo, según su capitán Nadjim Abdou
Hay triunfos más valiosos que otros. El obtenido por Comoras sobre Kenia (2-1) este 15 de noviembre no tiene precio, ya que permitió a los Celacantos ocupar el segundo puesto de su Grupo G (con los mismos puntos que el líder Egipto) clasificatorio para la próxima Copa Africana de Naciones (CAN). Aunque el país no haya participado nunca en esa competición ni en ningún otro gran campeonato, el sueño está actualmente al alcance de la mano.
“Somos conscientes de que la cosa empieza a oler bien. Vamos a seguir estando tranquilos y concentrados, porque habrá que asegurarse el punto que nos falta”, afirma el capitán Nadjim Abdou a FIFA.com. “Pero tampoco tenemos que aguarnos la fiesta. Hemos dado un gran paso hacia el objetivo, y eso es algo que también hay que saber saborear”.
Es comprensible… Para este archipiélago de 800.000 habitantes situado frente a la costa oriental de África, en el océano Índico, esa clasificación tendría verdaderamente visos de hazaña. Hace apenas seis años, la selección isleña pululaba por las inmediaciones de la 200ª posición en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola. Entonces, una clasificación así parecía inimaginable. Y ahora, en cambio…
“Mi primera internacionalidad se remonta a 2010. Por entonces, el objetivo era representar lo mejor posible a nuestro país, y se limitaba más o menos a eso”, explica Abdou. “Luego hemos jugado con nuestras armas, nuestros valores; y hemos ido aprendiendo a sacar lo mejor a lo largo de los años. Nuestro seleccionador Amir Abdou ha impuesto su sello y nos ha dado una identidad de juego. Hoy estamos alcanzando la madurez. No me parece que sea una sorpresa vernos a este nivel actualmente. Simplemente estamos recogiendo los frutos de lo que hemos sembrado”.
¿Sabías que…?
Amir Abdou era el entrenador de un equipo de la sexta división francesa, el Entente Golfech-Saint-Paul d’Espis, cuando la federación comorense contactó con él.
La unión hace la fuerza
Detrás de esta prometedora selección, está también una ambiciosa federación de fútbol que no se incorporó a la FIFA hasta 2005, y que ha trabajado mucho por adelantado. Como primera misión, se marcó unir a un país dividido –a veces diplomáticamente, y en cualquier caso geográficamente hablando– por cuatro islas: Anyuan, Moheli, Gran Comora y Mayotte. Esa misión se ha cumplido.
En efecto, no hay estrellas propiamente dichas en este equipo. Y todos los jugadores que integran la selección tienen la doble nacionalidad, nacidos en su mayor parte en Francia de padres comorenses; y militan en ligas que no son la comorense. Pero en el combinado de Comoras soplan aires de unidad, y ese es seguramente uno de los secretos que se esconden tras su progresión exponencial.
“La selección es el perfecto reflejo de nuestro país, y demuestra que la unión hace la fuerza. Está compuesta de jugadores originarios de todos los rincones. Todos los colores de nuestra bandera están representados. Construye la unidad…”, añade el centrocampista de 36 años. “Cuando juega la selección, todo se detiene en el archipiélago. Los papás, las mamás, los abuelitos y abuelitas, los niños… Absolutamente todo el mundo apoya a la selección nacional y espera que se les represente lo mejor que se pueda. En resumen, tal vez haya cuatro islas, ¡pero solamente hay un equipo!”.
El viaje hasta Comoras es largo, pero merece mucho la pena. Cierto es que el país es pobre, pero los comorenses tienen mucho que dar. Son tan hospitalarios, tan ricos humanamente… ¡Acudan a visitarlo! No se arrepentirán.
Y el fútbol es el deporte rey en esas cuatro islas. Se juega una liga en cada una de ellas, si bien el campeón de Comoras solamente se decide al cabo de un torneo final que disputan únicamente los campeones de tres islas: Gran Comora, Moheli y Anyuan. Pero cuanto se trata de los Celacantos, deja de haber competencia…
“Comoras es un país pequeño, pero, en cambio, su amor por el fútbol es gigantesco. No me atrevo a imaginar la alegría que traería a todo el archipiélago una clasificación para la CAN. Sería grandioso”, apunta Nadjim Abdou a modo de conclusión. “Clasificándonos para la CAN haríamos un regalo enorme a nuestros hermanos, a esa gente que no espera otra cosa. ¡Jugamos por ellos!”.