domingo 21 mayo 2017, 14:39

Sakala brilla con luz propia

  • Participó en la jugada el primer gol contra Portugal...

  • ... ¡y anotó el segundo! 

  • Su espejo es... el luso Cristiano Ronaldo “Creo que ahora ya puedo decir que soy famoso”, afirma entre risas el dorsal diez de Zambia. Y es que cuando alguien se llama Fashion, que significa moda en inglés, la fama tiene que resultar forzosamente una cosa lógica y natural para él.

La razón de esta recién conquistada fama fue el gran gol que Fashion Sakala le marcó a Portugal tras jugada individual y que resultó decisivo para que los campeones de África se aupasen al primer puesto del Grupo C en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA República de Corea 2017.

En cualquier caso, nuestro protagonista no pudo evitar ponerse un poco nervioso cuando regresó al terreno de juego tras el descanso, un momento en el que el marcador era todavía de empate a 0-0. “La gente espera mucho de mí”, confiesa a FIFA.com con una amplia y perenne sonrisa en el rostro.

“En Zambia todo el mundo está hablando de mí estos días, así que, cuando la primera parte terminó sin que yo hubiese marcado gol alguno, empecé a preocuparme. Pensé que mi gente iba a empezar a protestar por mi actuación”, explica.

Sin embargo, Sakala no decepcionó a sus seguidores y, ya en la segunda mitad, participó en la jugada del primer tanto de su equipo y fue el encargado de anotar el segundo, en el que dejó atrás a dos defensas rivales antes de fusilar por el palo corto al guardameta portugués. El partido se saldó con victoria del conjunto zambiano por 2-1.

Y es que el Estadio de la Copa Mundial de Jeju está muy lejos del lugar donde Fashion Sakala dio sus primeros pasos en el fútbol. El atacante, que actualmente tiene contrato con el Spartak de Moscú, se crió en una familia rural, humilde y cristiana que vivía a 500 kilómetros de Lusaka, la capital de Zambia.

Sakala se convirtió en el jugador que es hoy gracias a la pasión por el fútbol que mostró durante una infancia que se desarrolló en un lugar donde ni siquiera conseguir un balón era tarea fácil. De hecho, nuestro protagonista no jugaba con una pelota propiamente dicha, sino que utilizaba una chimpombwa.

“Para hacer una chimpombwa hay que formar una bola con bolsas de plástico y sujetarlas firmemente con cordeles. En aquella época no teníamos balones, así que no nos quedaba más remedio que ingeniárnoslas como podíamos”, explica. “Fue así como empecé a mejorar como futbolista”, añade.

A menudo, el encargado de fabricar la chimpombwa era el padre de Sakala, una persona muy importante en la incipiente carrera del joven internacional zambiano.

“Mi papá es el mejor entrenador que he tenido en la vida”, asegura orgulloso Sakala. “He aprendido mucho de él y, por lo que a mí respecta, se merece lo mejor. De hecho, en cuanto terminemos la entrevista voy a llamarlo para darle las gracias”, revela.

El atacante africano llama con mucha frecuencia a su padre, que también jugó al fútbol en su juventud y que sin duda ya habló con su hijo antes del partido para darle consejos que, a juzgar por el desarrollo del choque, han resultado muy útiles.

“Mi padre fue un gran jugador y hay gente que dice que todavía no he alcanzado su nivel, pero yo sé que ahora soy mejor que él”, apunta entre risas nuestro protagonista, que tiene 20 años.

A juzgar por la entidad del jugador en el que Sakala más se fija, se diría que las aspiraciones del internacional zambiano van mucho más allá de convertirse simplemente en el mejor jugador de su familia. “Me gustaría parecerme a Cristiano Ronaldo”, confiesa.

La serie de bicicletas que el africano realizó en la jugada del primer gol de su equipo demuestran que, en efecto, el astro portugués es el espejo en el que Sakala se mira.

“Mi padre siempre me avisaba para que fuese a ver a Cristiano Ronaldo en la tele”, rememora. “Ahora lo veo a todas horas y siempre estoy intentando hacer lo que él hace. Jugar con la chimpombwa me ha ayudado a seguir sus pasos”, asegura.

Puede que Sakala no sea todavía tan famoso como Cristiano Ronaldo, pero lo que está claro es que la joven promesa zambiana no ha perdido el tiempo a la hora de destacar en República de Corea 2017.